La lluvia que nos queda..

..Ojalá que siempre nos quede la lluvia, la que nos mojó a los dos al mismo tiempo, esa que nos cogió desprevenidos mientras nos perdíamos cada uno en la galaxia de los ojos del otro, la que recogías con tus manos abiertas y mirabas en ella buscando descubrir un universo virgen, la que nos mojó la ropa, y por debajo de la ropa, la misma que se coló descarada sin permiso por todos lados, esa lluvia que bajaba tímida sus gotas por tu espalda despacio, jugando a esquivar tus lunares, cosquilleando y poniéndote los pelos de punta, la que nos limpió también, la afortunada gota que resbalaba perezosa por la silueta de tus mejillas para acabar descolgándose, como un suicida, por tu boca, como hacía yo con mis dedos, la lluvia que llenaba tus charcos vacíos y hacía crecer flores en los yermos vertederos del pasado, la que nos encantaba escuchar cuando todos dormían, .. La que nos caló hasta los huesos.. Esa, esa lluvia es la que debería quedar..

.. Sin embargo, la lluvia que cae hoy es diferente, suena diferente, huele rancia y es más fría, ya no es la misma lluvia que aquellos días mirastes con recelo a través de la ventana, la que hacía carreras de gotas por los cristales del coche, mientras con tus ojos seguías su impredecible rastro entre jadeos.. Hoy te escondes bajo un paraguas con otro nombre, pero de qué te sirve si ya estás mojada.. Hoy la lluvia sólo molesta y arrastra botellas vacías, sin mensajes adentro, se margina a los lados de tu camino, donde sabe que no estorba, y allí corre por su cauce, corre por su causa, como una rata que huye abandonando un barco que se hunde sin remedio, la lluvia que cae ahora la evitas pisar haciendo malabares, como si tuvieras tacones nuevos que lucir, no como los niños, que solamente saben de juegos infantiles, y que de nuevo vuelven a vaciar tus charcos saltando en ellos sin escrúpulos, jugando, como en un parque una tarde de un día cualquiera, hoy la lluvia es la que dejaste caer al suelo al abrir las manos para emborronar con tus dedos mojados mis ganas de secarte, la lluvia que queda es la que finalmente se cuela sin remedio ni lástima por las rendijas de las alcantarillas, arrastrando nuestros barcos de papel, tus hojas secas y mis cartas de poeta.

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2 Comments

  1. Siempre fuiste un máquina, con lluvia o sin ella ❤. Nunca dejes de escribir pequeño libra, lo haces genial y es una pena que el mundo pierda esos días de inspiración que te dan de vez en cuando y que siempre me tocan al patata 😬

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